Juegos de Rol
Muchas veces hemos oido hablar por parte de amigos o familiares de los juegos de rol. Siempre nos hemos preguntado qué es eso que hace que un grupo de personas coja unos cuantos libros, lápices y papeles y se pasen la tarde encerrados en una habitación diciendo cosas absurdas y carentes de sentido mientras tiran unos misteriosos dados.
Antes de nada, lo primero que habría que aclarar es que un juego de rol no es único, hay muchos tipos diferentes, de la misma manera que hay muchos tipos de deportes.
Lo segundo sería que explicar qué es un juego de rol es algo difícil y abstracto, por lo que suele ser común que el lector se quede como estaba, o con solo una ligera idea. Todos los que han intentado definir estos conceptos han acabado concluyendo que la mejor manera de explicar los juegos de rol es jugando una partida, de la misma manera que para enseñar a jugar al ajedrez a una persona se le muestra un tablero y sus piezas. Este problema de entendimiento es la principal causa de las malas interpretaciones sobre los juegos de rol.
¿Pero qué es?
Lo primero que habría que hacer es explicar el significado del nombre. Según el diccionario de la Lengua Española, rol significa: «Papel que interpreta un actor: desempeñar un gran rol en una representación teatral». Si no nos desviamos mucho de este significado se podrán entender mejor las siguientes explicaciones. Por lo tanto, en los juegos de Rol cada jugador interpreta un personaje ficticio, con una serie de características propias que le definen. Por otro lado está la palabra juego, que indica diversión. A final de cuentas, de lo que se trata, como en cualquier otro tipo de juego, es de divertirse.
La interpretación del personaje no debe de ser tan rigurosa como si realmente se tratara de una obra de teatro. Aquí no van a haber guiones por los cuales regirse. Cada jugador definirá el carácter de su personaje según sus propios criterios y, durante una partida de juego, responderá a las diversas situaciones que le puedan surgir, actuando de acuerdo a su personalidad. Como ya se ha dicho, en una partida de rol no se va a seguir un guión prefijado, sino que la "historia" se irá creando durante el transcurso de la partida. Digo historia porque realmente se está contando y creando una. Mientras que en una obra de teatro, en un libro o en una película la historia ya está escrita y el público va descubriendo poco a poco su desarrollo final, en una partida de Rol son los jugadores los que crean el relato según van ocurriendo los acontecimientos. ¿Pero qué historia se crea? ¿Cómo se hace? Esta pregunta la responderemos más tarde.
Colaborar, y no competir
Antes de ver como se juega, es importante explicar una diferencia muy importante entre el Rol y cualquier otro tipo de juego. Hasta el momento, en casi todos los juegos conocidos (ajedrez, monopoly, Risk...) el objetivo final -a parte de la diversión- se basa en la victoria de un jugador respecto a los demás, o como mucho, la de un grupo de jugadores respecto a otros. En los juegos de Rol se sustituye el concepto de competición por el de colaboración. Los jugadores no solo deben de interpretar a su personaje, sino que además deben de cumplir una misión. Por ejemplo, en el libro El nombre de la rosa, el maestro y su discípulo debían resolver una serie de asesinatos ocurridos en una abadía; en las películas de James Bond éste debe de salvar al mundo con la ayuda de sus aliados, etc. Para cumplir la misión satisfactoriamente todos los jugadores deben unir sus fuerzas y colaborar para sacar adelante el objetivo común.
¿Cómo se crea la historia?
Como se ha comentado, los jugadores deben de cumplir un objetivo común. Durante el desarrollo de la misión a seguir se irá creando la historia. ¿Pero de donde sale? ¿Dónde está el guión? ¿Se lo inventan los jugadores? Casi, casi.
En una partida de Rol existe un jugador especial que se encarga de preparar la historia. A este jugador se le suele llamar director de juego o máster, aunque puede tener otros nombres. El director de juego tiene un papel distinto al de los demás jugadores. Él no se dedicará a resolver la misión, sino que la planteará. Previamente a la partida, creará parte de la aventura: un boceto o esquema general, pero sin determinar qué es lo que va a ocurrir. Esto ya se verá durante el transcurso del juego. En dicha preparación describirá con todo lujo de detalles las diferentes situaciones que los jugadores se van a encontrar. Estos tendrán que actuar en consecuencia según sus personajes y superar las dificultades que el director de juego les plantea.
Por ejemplo, podríamos jugar en un juego de rol ambientado en un mundo medieval fantástico, del tipo descrito por J.R.R. Tolkien en El Señor de los Anillos o en la película Willow, donde los jugadores interpretan a un grupo de aventureros (paladines, exploradores, magos,...). El Director de Juego puede crear una historia en la cual el grupo de aventureros es contratado por el Rey de un país para rescatar a su hermosa hija de las garras del Señor de Lago Oscuro. En este sencillo y típico ejemplo el Director plantea de antemano como los jugadores pueden saber lo que está ocurriendo y como se ponen en contacto con el Rey para ofrecerse como rescatadores. Después detallará los planes del Señor de Lago Oscuro y una serie de pistas para que los jugadores puedan anticiparse a ellos. Por último, describirá el Castillo del Señor y como llegar hasta él. Los jugadores serán los encargados de resolver los problemas planteados hasta finalmente rescatar a la princesa (si es que lo consiguen).
En el ejemplo de arriba, he incluido el de un juego de rol inspirado en un entorno medieval fantástico. Los más extendidos son de este tipo, como por ejemplo Advanced Dungeons & Dragons, El Señor de los Anillos, Aquelarre (ambientado en la España medieval), Runequest, Stormbringer / Elric de Melnibone, Ars Mágica, etc. Pero existen muchos más tipos de juegos ambientados en otras materias y no por ello menos destacados como por ejemplo: La llamada de Cthulhu (inspirada en las novelas de H.P.Lovecraft) y Vampiro en el apartado de terror; Star Wars, Cyberpunk y Traveller en la ciencia ficción; Bushido y la Leyenda de los Cinco Anillos en el Japón medieval, y muchos más de diferentes materias (James Bond 007, paranoia,...). Me dejo muchos más en el tintero, y menciono principalmente a aquellos con los que empecé a jugar, pero esto solo es la punta del iceberg.
¿Cómo se juega?
Ésta pregunta es otra de las cuestiones más difíciles de explicar a los principiantes. En un juego de mesa clásico, desde el parchís hasta el Trivial Pursuit, existe un tablero donde se sitúan las fichas de juego y a partir del cual se desarrolla la partida, con una serie de reglas que lo limitan. En una partida de rol común no es necesario ningún tablero, ya que los personajes se encargan de desarrollar la historia, y ésta se crea a partir de la imaginación, y la imaginación no tiene limites. Esto no quiere decir que los jugadores puedan hacer lo que quieran, ya que sus personajes van a disponer de una serie de características que les indicarán si tienen éxito en sus acciones. En el ejemplo del apartado anterior, uno de los personajes puede decidir escalar la torre donde se encuentra prisionera la princesa. Esta acción no se resolverá inmediatamente, sino que en la hoja de personaje del jugador, un papel donde se indican sus características, habrá una habilidad que diga trepar donde se refleja las posibilidades que tiene de escalar con éxito. Utilizando esta indicación, y según una serie de reglas, se determinará si el personaje consigue trepar, se cae, o tarda más de lo necesario. La mayor parte de las veces se utilizaran unos dados para determinar si se cumple la acción o no.
Para jugar una partida existe un libro de reglas que ayudará a resolver todo este tipo de situaciones. Es importante decir que las reglas sólo están para ayudar a hacer creíble el mundo donde se juega, pero que no hay que representar todos los casos posibles. Lo importante es crear la historia, interpretar a los personajes y divertirse.
La continuidad de los personajes
Por último, y aunque habría mucho más que decir, explicar otra diferencia más entre los juegos clásicos y los juegos de rol: la continuidad de los personajes. Ya que los jugadores interpretan a un personaje no es necesario que cada vez que vayan a jugar una partida de rol deban de crear uno nuevo, pueden seguir con el mismo. De esta manera, un personaje va evolucionando en las diferentes partidas que participe, de tal manera que irá aprendiendo nuevas habilidades, profundizará en su personalidad y creará un pasado. Esto no quiere decir que siempre vayas a jugar con el mismo personaje. Puesto que se trata de un juego que refleja en parte todo lo que puede suceder en la realidad, tu personaje puede acabar retirándose o, simplemente, morirse, ya que no son invencibles. Quizás el Señor de Lago Oscuro del ejemplo descubriera la cuerda por la cual escalabas la torre y la cortara cuando ya habías alcanzado una altura considerable. De hecho, ésta es la única vez que un personaje puede perder, al contrario que en los demás juegos, en los que uno gana y los otros pierden. Pero bueno, creas otro personaje y a seguir jugando.